jueves, 23 de abril de 2020

Clases Virtuales Durante la Pandemia: ¿Necesidad o Lujo?

¡Hola a todos! Me da gusto saludarlos, esperando se encuentren con mucha salud y haciendo de estos días lo mejor que nuestra mente y nuestro cuerpo nos permitan. 

Y definitivamente han sido días difíciles. Todos conocemos (o incluso quizá eres una de ellas) a alguna persona que dice que no siente mucha diferencia entre los días pre-COVID19 y los actuales, dado que su trabajo siempre ha sido remoto, y que en general no sale mucho. Pero aún así, las salidas a cualquier lado son más complicadas. Ni para que meterme en detalles de lo que implica ir al supermercado o a la farmacia...todos lo hemos experimentado. 


La cuarantena es algo que a todos nos pega de forma distinta. Hay personas que lo están disfrutando a lo lindo, pero muchas otras sufrimos (me incluyo) de alguna forma de malestar mental, llámese ansiedad, estrés, depresión o similar. Muchas veces el encierro como tal no es el problema...personalmente disfruto mucho estar en casa, con mi esposa e hija, cocinando, tocando guitarra e incluso jugando videojuegos. Es más bien ese bombardeo de noticias negativas que nos pega por todos lados (aunque borremos el Facebook de nuestro teléfono), y en general la incertidumbre de qué va a pasar con mi trabajo, mis ingresos, el resto de mi familia y amigos con quien actualmente no tengo contacto, y el mundo en general. La ansiedad se multiplica día tras día. Y con cosas que nos han sido (necesariamente) retiradas como opciones para "calmar los nervios", tal como salir a pasear o de fiesta con amigos, es imperativo buscar un poco de relajación mental en otros lados. 


Hay cosas muy básicas que nunca deben de faltar: respiración adecuada a lo largo de todo el día (es increíble la cantidad de veces que me doy cuenta que estoy respirando de forma rápida y sin profundidad), una alimentación balanceada y más saludable que lo contrario, ejercicio y espiritualidad (no necesariamente religiosa...puede ser cualquier tipo de meditación / introspección / conexión con nuestro "yo interno"). Cada quién sabrá cómo atender esas necesidades sin las cuales ni siquiera nos estamos dando una oportunidad para estar en buena forma mental y física. Pero, ¿qué sigue?


En la sucesión de importancia, el ser humano necesita convivencia y aceptación social. Gracias a Dios nos encontramos en una era en donde la tecnología nos permite unir a amigos, novios, papás e hijos, abuelos con nietos, colegas de trabajo e incluso a doctores o terapeutas con pacientes. Todos hemos estado en sesiones de Whatsapp, Zoom, Houseparty, Facetime, Hangouts y/o en el resto de las plataformas. No es lo mismo, pero definitivamente ayuda. 


Debido a que en general tenemos más tiempo de lo normal en nuestras manos (los que tenemos hijos en casa un poco menos que otros, pero aún así), las necesidades ya mencionadas muchas veces quedan cubiertas en algunos días, entrelazadas con conocer rincones que no conocíamos de nuestra casa, y encontrar aquella prenda de ropa que teníamos perdida desde hace algunos meses. Al haber una gran diferencia entre la forma entre la que vivíamos antes y lo que nos sucede en estos días, la necesidad de "hacer algo nuevo" o "retomar algo que antes hacía" no tarda en aparecer en nuestras mentes. Pero, una vez más, ¿qué?


Creo que no les digo algo nuevo si menciono la frase: "Nos encontramos en una pandemia...no te preocupes por convertirte en el mejor chef, en que tu casa quede completamente remodelada por tus propias manos, porque tus hijos terminen tocando el piano virtuosamente, porque termines en forma físicamente, pues se trata de sobrevivir". En lo personal, considero que eso es cierto. Antes que nada, necesitamos cuidarnos y salir vivos de ésta. Nada de lo que hagamos debe de causarnos más estrés de lo que ya nos causa el tener que seguir ganando dinero, manteniéndonos sanos y haciendo que lo que depende de nosotros (pareja, hijos, familiares enfermos, o simplemente los gastos de una casa o negocio) siga siendo resuelto. 


De acuerdo a lo anterior, mi recomendación es que cualquier actividad que deseen aprender o retomar sea algo que de verdad los apasione. En estos momentos hay muchas opciones que se ofrecen a lo largo de muchas plataformas. Las clases en línea son una de ellas. Música, cocina, yoga, manualidades...difícilmente hay algo que no se pueda encontrar para aprender. Y aunque el tema económico es algo que se tiene que considerar al momento de tomar la decisión de si tomar una o no y cuál (muchas son gratuitas), puedo asegurarles que la inversión vale la pena. Yo les puedo hablar sobre las que nosotros impartimos.


El tocar un instrumento musical es algo que te cambia la vida. Sí, así de sencillo. La expresión de emociones a través del arte es algo que a lo largo de milenios ha sido un beneficio otorgado a la humanidad. Y en estos días en donde las emociones son más fuertes de lo normal, sacarlas es una necesidad, no un lujo. Claro, podemos hacerlo a través de muchas formas y no necesariamente en una clase virtual que además nos cueste (económicamente). Pero al final, no solamente estamos invirtiendo en aprender un instrumento o a cantar, sino en esa conexión con otro ser humano que nos enseñará a cómo redirigir nuestras emociones a través de la guitarra, el piano o el violín. Si ustedes le preguntan a muchos de nuestros alumnos y ex-alumnos, un gran porcentaje les contestará que consideran a su maestro o maestra como a un amigo. Una persona que los ha ayudado a descargar esa negatividad que tanto daño nos hace en este tiempo, y a ver la vida de una forma más positiva a través de la música. 




Luca Della Toffola, alumno de nuestra academia 
filial Sound Box Academy, tomando clases desde Suiza. 


Y quiero aprovechar para recordarles: la música no conoce edades humanas. Después de más de 25 años en el mundo de la enseñanza musical, me sigue sorprendiendo un poco que existan tantas personas que digan "yo ya estoy muy grande para aprender". No paro de repetir: tenemos alumnos de más de 70 años que fueron transformados por la enseñanza musical. Me atrevo a decirlo: la música no es algo menos que milagrosa. Y en estos meses de confinamiento, muchos necesitamos ese grado de ayuda. 


Platica con nosotros. Podemos resolver todas las dudas que tengas y ayudarte a encontrar lo que más te haga feliz. Y si no podemos, haremos nuestro mejor esfuerzo por guiarte hacia la dirección que requieres para lograrlo. 


¡Gracias por leernos! ¡Nos vemos a la siguiente!

Carlos Oliveros
Centro Cultural Valle Oriente
http://www.ccvo.com.mx